lunes, 22 de septiembre de 2008

Ya lo decía yo…



Estuvimos todo el sábado por la tarde en Serra, junto con el resto del equipo (Sergio, José Manuel, Nico y, como no, Susi). Nuestro objetivo era preparar un poco la carrera de Serra de mediados de octubre ya que no tendremos otro fin de semana de aquí a la carrera para prepararlo. Allí aparecieron los Senlle, que tanto nos ayudan con Nico y la familia Figueiredo al completo (por aquello de ir conociéndonos por si en el futuro esto progresa…). Cómo no también estaban los "locales", con Alejo y Aaron a la cabeza mientras no llegaba el bueno de Miniche. Mientras esperábamos para empezar a entrenar nos pusimos a hablar, manteniendo una de esas tertulias tan agradables en las tardes de verano de Serra. Allí dimos un buen repaso a la actualidad más reciente, pulimos detalles y analizamos nuestros errores, para intentar no volver a cometerlos, pero también vimos de qué tipo de pasta están hechas algunas personas, un poco "choromicas".


Fue un día bastante enriquecedor, ameno e instructivo. Charlar y aprender de la vida y de las carreras de este trio es una asignatura que nos deberían de poner obligatoria en el colegio. No dicen una palabra de más, las justas, con la humildad necesaria pero con la firmeza y la confianza que sólo otorga la razón y el buen hacer.

Más tarde vinieron María y Eva, las nuevas "amigas" de Nico y de Pablo. Aunque me parece que Pablo ya está en ese momento que estas tonterías de las niñas le sobrepasa un poco y se centró más en Sergio, Ramón y Rafa, además de su kart. Nico sí que hizo buenas migas con estas niñas tan monas y pasaron una tarde en Serra de lo más divertido. Fue muy divertido cuando la pequeña, al ver como Nico se subía conmigo al kart, exclamaba preguntando a donde iba. Creo que el padre no las puede acercar mucho por los karts, sino enseguida les picará el veneno… aunque para eso ya está la madre, más cerebral y racional que todos los que estábamos allí juntos. Nico sólo piensa en subirse en un kart, así que cuando se sube, es el personaje más feliz del mundo. No sé como llevará esta larga espera de 3 ó 4 años que le queda. Si es que no sucumbimos antes víctimas del agotamiento mental al que nos somete… ¡el domingo se despertó diciendo que cuando íbamos al Autocross de Santa Comba!



Pablo se dedico a dar 100 vueltas yendo de lado, divirtiéndose, derrapando lo que sólo en Serra se puede derrapar. Eso sí, ¡a saco! Los tiempos creíamos que eran decentes hasta que llegó Josito y le metió una encendida de 4 décimas que nos dejó temblando a todos. Bronca de José Manuel por no tener el trabajo hecho, cambio de humor del padre y Pablito sale a la pista y en la primera tanda… se pone en tiempos, yendo por donde tiene que ir y dándolo todo una vez más. Lo que sí da gusto es que ahora cuesta bajarlo del coche, que entrena mucho más a gusto que antes y que ya no hay que andar encima de él como era antes del verano. Ahora tenemos que ponernos las pilas nosotros con él y enseñarle, hacerle más caso y enseñarle un poco más. De hecho, y menos mal que quedó en nada, el sábado tuvimos un susto de esos que te puedes estar arrepintiendo toda la vida. Después de la tanda en que igualó el tiempo de Josito, paró a comentar que en la izquierda del fondo oía un ruido raro en el kart, el cual describió perfectamente. Le comenté que podían ser los neumáticos que llegan al límite de su adherencia retorciéndose, junto con el chasis… mientras pensaba…"Pablito y sus cosas". Salió a la pista y en la primera vuelta, al pasar por la izquierda que da la entrada en meta, se le salió la rueda trasera derecha adelantándolo en plena recta mientras él controlaba el kart sin dudar un solo instante de su capacidad, mientras el ruido de la cadena contra el suelo ponía un punto de tensión aún mayor a la escena. Sólo se le ocurre bajarse del kart tan tranquilo, mientras todos corríamos hacía él, para decir que "ya lo decía yo…"



La pena, que no nos quedaban bujes. Estoy seguro que hubiese intentado batir el tiempo… estaba "on fire".

lunes, 15 de septiembre de 2008

En el ojo del huracán

Llevamos un tiempo sin actualizar y con motivo. Por un lado la actividad del final de vacaciones ha sido frenética y por otro lado Patineteteam necesita su propio "tempo". Además, hemos empezado a trabajar después de las vacaciones, la actividad colegial se ha reanudado y el Campeonato Gallego ha vuelto por sus fueros.

Hace unos días estuvimos corriendo la 3ª prueba del Open de Verano en Porriño, en el circuito Go - Kart. La pena de este circuito, para nosotros, es que nos queda muy lejos y con muchos peajes por el camino, sino estoy seguro que iríamos más a menudo. Allí nos fuimos con la intención de hacer algo interesante aunque la participación fuese escasa, pero lo que en un principio para Pablo fue un paso atrás, se terminó volviendo un acierto el ir a correr este campeonato. Nos ha permitido trabajar aspectos con Pablo que teníamos descuidados, fijarnos un poco más en él, que se lo merece, en qué necesita, qué hace y cómo lo hace. Yo estoy tremendamente limitado en este aspecto pues yo veo lo que veo, pero no sé si es lo correcto. Además, como estoy tan liado con otras cosas, a veces no le prestó la atención que debiera. Pero Pablito, con sus luces y sus sombras, siempre termina consiguiendo tú atención, y al final te das cuenta que si trabajas con él, sacas un rendimiento notable.
La carrera de Porriño no tuvo más historia que el hecho de practicar cosas que habíamos aprendido y foguearnos con los pilotos locales, hartos de dar vueltas al circuito porriñés. Allí nos batimos con nuestro compañero Borja y con Paulinha Costas. Con Borja hubo poca historia pues le falló el motor en las dos salidas y ya no hubo tema. Fue una pena porque Borja, Jita, ha mejorado a pasos agigantados. Ahora sus padres tienen que trabajar con él aspectos no tan técnicos, no tan resultadistas a corto plazo pero que les darán sus frutos a medio. Y Borja se lo merece. Las carreras contra Paula fueron bastante bonitas por el duelo que mantuvieron a la décima y Pablo se lo pasó bien, que al fin y al cabo es lo que cuenta. La final la ganó Paula y David, su padre, no entraba en el pantalón de la alegría.

David Costas es de esos tipos que necesitan estar en todos los "fregaos", tiene que estar haciendo cosas, dándole vueltas a la cabeza a historias y aventuras, metido en medio de todos, calmando a los alterados y alterándose cuando está todo tranquilo. David Costas es... Costas, para lo bueno y para lo malo. Los que le tratamos, no digo los que le conocemos, sabemos que es un tipo de carácter complicado por sus altibajos, y lo aceptamos así porque sabemos el motivo. Su gran ilusión, su porqué se llama Paula. El cariño con el que David trata a su niña es infinito, lo que hace David por Paulita ésta nunca podrá agradecérselo lo suficiente, aunque para David es recompensa las miradas de Paula, su sonrisa por estar a gusto con él y cuando con su acento del sur de Galicia le dice: "Papi..." Ahí David se derrite y todos los sufrimientos diarios, semanales, desde hace tiempo, los olvida de golpe. Ya vendrá la dura realidad.

Este fin de semana nos tocaba refrendar en la carrera de A Magdalena lo que habíamos aprendido en las últimas pruebas. Pablito llegó el sábado con unas ganas increíbles, estaba dispuesto a darlo todo. Esfuerzo, garra, espíritu, ánimo, intención... esto lo tenía Pablo para este fin de semana. El sábado volaba por el circuito, hacía unos tiempos sensacionales que nos hacía albergar esperanzas de cara a la carrera del domingo. Antes teníamos que pasar por Casa Florinda a descansar, a tomar su sopa y un poco de carne muy rica. Hasta nos atrevimos con un brazo de gitano sensacional, casero que estaba buenísimo... hasta mi régimen me dijo que estaba bueno...

Pablo se levantó cansado el domingo, y es que él necesita descansar un poco más de cara a la carrera, pues 8 horas no le llegan, pero los caprichos de los horarios es lo que tiene. Aún así salió a los libres con muchas ganas de hacerlo bien, pero en los cronometrados se salió. Tan sólo un sensacional crono de Josito le impidió tener su primera pole, una lástima, pero sin duda una gran recompensa para él. Después de lo que ha sufrido este año con las historias "paralelas", necesitaba este resultado, necesitaba saber que está ahí, que puede. Después en carrera fue más complicado e hizo lo que se pudo hacer, tenemos que sacar nuestras conclusiones y trabajar con él también otros aspectos, fijándonos más en qué hace, donde necesita ayuda y cómo podemos resolver los problemas.


Él estaba feliz, pero sobre todo relajado por sacarse una presión de encima que no debe de tener. Lo que hubiese dado por ver su cara durante la vuelta lanzada en la que iba delante con Josito... ¡eres un crack Pabliño!

lunes, 1 de septiembre de 2008

Ídolos

Uno de los días de este verano estuvimos en Santa Comba con Carlitos y el chimo Pablo dando unas vueltas en los karts de alquiler. Allí José Manuel nos dio una foto de Pablito en su kart hecha a carboncillo por Raquel. Raquel es la reina del karting de alquiler en Galicia. No hay piloto que pueda con ella y por circunstancias de la vida no puede competir con un kart de competición, una de sus mayores ilusiones. El año pasado, en agosto, nos acercamos con ella al Circuito de Mosteiro y mientras el equipo hacía un test para la carrera de septiembre, Hobby Kart le cedió un chasis FA ex – Javier Tarancón (hoy en día en manos de los Senlle) para que probase. Las sensaciones fueron increíbles, como sin haber corrido nunca en un kart de 2T ni en un circuito abierto, voló literalmente por el trazado pontevedrés, enlazando una curva tras otra a ritmo casi de carrera, sin cometer errores y con una entrega terrible encima del kart. Qué pena que no pueda subirse en un kart y deleitarnos a todos. De una cosa estoy seguro, algún día tendrás la oportunidad de subirte en uno de carreras y competir, no sé cuando, pero te llegará la oportunidad. Tienes que estar preparada, no perder ni la ilusión ni la esperanza de tal manera que cuando te llegue esa oportunidad estés preparada para aprovecharla, ¿ok?

Fuimos también al Autocross de Arteixo, a la prueba del Campeonato de España. Allí quedamos con José Manuel para ver una prueba ya mítica para nosotros, donde se puede ver un espectáculo que pocas veces se puede ver en Galicia. Ver pasar por el curvón a los Sergio Bello, Sergio Cancela, Fugardó, Vidal, Tito o Lanchiñas, es un puro deleite. Pablito no es especialmente dado a los ídolos, pero tiene predilección por Lanchiñas, por Ángel Pérez, y me encanta. Una vez Antonio Solórzano me contó una historia preciosa de este chico y desde entonces es de esa gente que me cae muy bien. Hace dos años estuvimos viendo la carrera de Santa Comba en la que hizo podio por primera vez y disfrutamos casi tanto de ese podio como él. En la prueba del otro día, con el motor completamente desfallecido, dio una lección de cómo aguantar hasta morir, como conducir a la defensiva limpiamente para aguantar la posición. Pablito disfrutó con esa carrera mucho y al irnos pasamos por delante de su coche y me dijo: “Papi, ¿tienes un boli para pedirle un autógrafo a Lanchiñas?” Buscamos uno desesperadamente pero no encontramos, por lo que le dije que le dijese si se podía sacar una foto con él. Ángel, muy cariñoso, le dijo que por supuesto, se molestó en ponerse el mono y le dijo a Pablo que se acercase al coche, que saldría mejor la foto. Todo un detalle. A mí, como padre, si hay algo que realmente me gusta, es que traten con cariño a mi hijo, nada más. Y a Ángel le estaré muy agradecido por como trató a Pablito. Se ha ganado un admirador tremendo.

El domingo gracias a Moncho, le teníamos preparada una sorpresa mayúscula. Moncho tiene un amigo que trabaja en el Real Madrid y habló con él para ver si Pablo se podía hacer alguna foto con los jugadores, especialmente con Robben, su ídolo. Los amigos se distinguen del resto de los mortales por muchas cosas, pero una de ellas es por hacer realidad los sueños, por comprometerse y por dar la cara. Moncho es uno de esos tipos. A Pablo no le conté nada cuando salimos de casa para ir al hotel, previo paso por casa de Moncho a recogerlo. Por el camino y ante la brutal e incesante inquietud de Pablo, jugué con él un rato sobre que sueños tenía. Fue de esos momentos deliciosos con un niño, con un hijo: me decía que él ya era muy feliz, que no tenía muchos sueños porque estaba muy contento con lo que tenía. Después de insistir (tenía que llevarlo a mi terreno), empezaron a bullir ideas sobre Michael Schumacher, sobre Fernando Alonso y Briatore (el de verdad, por supuesto), sobre Carlos Sainz, sobre Michael Phelps y sobre las minimotos, pero no sobre lo que me interesaba de verdad, que era el Real Madrid… Ya desviándonos para ir a casa de Moncho pasamos por la carretera que va al circuito de Arteixo y Pablito me dice…

- Esta carretera me suena…
- Es la del Autocross de Arteixo – le comento
- ¡Caray!… ¿no me llevarás a que Sainz me dé una vuelta en el VW?
- No hijo, Sainz estará con sus ocupaciones, – le respondo saliendo del paso – pero a lo mejor está Lanchiñas en el circuito y te da una vuelta en el coche – le digo para sacármelo de encima y despistarlo.
- ¡Bufff! ¡Eso sería lo más Papi! – me dice clavándome los ojos por el espejo retrovisor, esos ojos que denotan ilusión y esperanza – mucho mejor que ir con Sainz… “jobá”.


Yo me derretía, pero sobre todo me derretía pensando en que algún día un niño de 8 años pueda tener la ilusión de conocer a Pablo como tenía Pablo de conocer a Lanchiñas.

Ya de camino le dimos la sorpresa de a dónde iba. Se puso tan nervioso que dijo que para eso se quedaba en casa, que no era para tanto… ¡iba a estar con los jugadores del Real Madrid él sólo! ¡¡¡Y no era para tanto!!! Epa nos recibió con una amabilidad tremenda en medio de la seguridad y exclusividad que requiere un acontecimiento como el Real Madrid de fútbol. Allá bajamos y esperamos a la salida del comedor, fueron pasando Fabio Cannavaro elegante y educado, Iker Casillas cariñoso, Sergio Ramos impresionante, Metzelder simpático, Guti sin perder la compostura, Raúl (el otrora ídolo de Pablo) concentrado pero agradable, De la Red y Miguel Torres muy divertidos, Diarra muy integrado y llegó Robben… “Papi, estoy impresionado”, sentenció.



Pablo no es muy de ídolos (sobre todo porque alguno que tenía se le cayó de repente… ¡qué duro tiene que ser pasar de ser el ídolo de un niño a que no quiera ni saludarte!) ni de sueños, pero si por alguien tiene debilidad y plena confianza es por su tío Vicente. Nunca me olvidaré como un día le dice a su primo: “mi tío Vicente es como los Reyes Magos, todo lo que quieres, él te lo cumple”. La víspera de correr la I Copa Bauxita, le hizo una promesa que por todos los medios quería cumplir. Su tío apareció en la primera carrera y desde el muro de boxes saludó a Pablo cuando le vio pasar. A Pablito no se le ocurrió otra cosa que devolverle el saludo agitando enérgicamente la mano, como muestra de máximo cariño.

Cuando se fue a la cama se iba tan cansado que hasta se enfadó, pero cuando se despertó me pidió un beso como nunca me lo había pedido, y es que debe de ser muy bonito que te cumplan los sueños. Ojalá se los sigan cumpliendo sus ídolos.





Por cierto, este fin de semana nos hubiese gustado estar por Burgos. Para competir y para compartir. A todos nos hubiese venido bien, seguro.