miércoles, 24 de diciembre de 2008

lunes, 8 de diciembre de 2008

Querido hijo:

Estos últimos días son de esos días en los que aprendes mucho de la vida y lo mejor de todo es que muchos me servirán para ser mejor padre contigo. Las últimas semanas he estado un poco estresado y esto, sin duda, nos ha afectado en nuestra relación, pero reflexionando sobre este tema me he dado cuenta que no me tienen que afectar y espero que así sea. Durante estos días han pasado muchas cosas y de todas he aprendido mucho. Aún ayer hablando con el padre de un piloto éste me decía que a los 15 años ya había aprendido todo (después puntualizó que a grandes rasgos) y yo le comentaba que cada día aprendo cosas nuevas, sobre todo últimamente.
Hace unos días, Aarón Filgueira, hijo de Miniche del Karting Ayrton Senna de Serra de Outes, tuvo un fuerte accidente de moto volviendo a casa. Tuve la fortuna de compartir un rato con Miniche y su buen amigo Pacheco mientras operaban a Aarón y aprender de su sabiduría de la vida. Estaban hablando sobre lo que te enseña la vida y en particular de lo que el karting hace por la relación padre – hijo. Departimos sobre la diferencia con otros deportes y es que el vínculo que se crea en el karting es increíble, principalmente debido al sacrificio de los madrugones, de los viajes, de las tensiones, de los momentos de risa y de las preocupaciones. Con el karting, además de intentar ganar carreras y de hacer campeones, a los niños se les da una formación sobre la vida que no se les da en otros deportes. Así, en muchos casos, creo que salen jóvenes más maduros y más responsables… eso sí, dejando a los “niños de papá” al margen.
He aprendido mucho sobre el valor, sobre el valor físico y el valor de los amigos. Cada vez que estoy con la gente de la Serra estoy aprendiendo de ellos. Además, me deparan momentos que son difíciles de olvidar. Me regalaron la posibilidad de entrar al despertar de Aarón, según salió del quirófano. Curiosamente fue un momento tremendamente divertido, con un Aarón sembrado al estar un poco borracho de la anestesia, con sus dudas sobre la operación y a la vez comentando como se quedó sin anestesia y como el cirujano se martilló los dedos. Creo que la vida nos pone a prueba constantemente, pero también que nos hace grandes regalos, y Miniche puede estar contento tener como amigos a gente como Pacheco o Fabián, compañeros de Aarón algunas noches de estancia hospitalaria.
Precisamente, el viernes a mediodía, compartí otro de esos momentos inolvidables. Después estuve con el otro gran amigo de los Filgueira, Fabián, alrededor de un bocata de calamares y aprendí en media hora más de la vida que en muchos años de vivencias. Hablabamos, otra vez, sobre el tema de los padres, de los hijos, del cariño, del respeto y de las relaciones. Después subimos a la habitación a estar un rato con Aarón y tuvimos la clase práctica de la semana: a Aarón no le apetecía la comida que le habían traído la gente del hospital y su amigo se ofreció raudo para irle a buscar un bocata que calmase su hambre. Después de recitarle la carta de bocadillos de la cafetería del hospital fue a por uno de tortilla francesa. Cuando Aarón se lo terminó, su amigo le peló una naranja de postre de la que el menor de los Filgueira se comió la mitad. Al terminar le pidió que le acercase una palangana con agua para lavarse las manos. Su amigo, incansable en la ayuda, fue al baño y se la trajo llena de agua con un poco de jabón. Aarón descubrió, de golpe, lo que es un padre: el gran Miniche le traía el agua caliente para lavarse las manos y su amigo fiel se la había traído fría. Ese pequeño matiz es el que demuestra la mínima diferencia entre un gran amigo y la persona que más te quiere. Hace algún tiempo yo había descubierto ese matiz, esos detalles que te hacen estar más pendiente: Pablo y Nico preferían que les bañase la madre, entre otros motivos, porque Susana les ponía el pijama en el radiador para cuando se tuviesen que vestir al salir del baño. Yo no lo hacía.

Siempre te he dicho que lo más importante es disfrutar, disfrutar del deporte, de la vida. Lo que más rabia me da es que no soy capaz de transmitirtelo y tú no eres capaz de hacerlo. Sufres en vez de disfrutar y sólo al final, al acabar, te das cuenta de lo bien que te lo has pasado. Esta semana, repasando una de las múltiples revistas que tengo en casa, concretamente Auto Hebdo Sport, leía un artículo escrito por David Pérez, Coach de mi idolatrado Pedro de la Rosa, Director de Sportevo Human Preformance (www.sportevo.net) titulado “No importa el qué, importa el cómo” en el que el autor habla de la importancia de la buena organización, la relajación y por tanto “aislamiento del exterior” previo a la carrera, etc., nos dará un resultado satisfactorio.

Artículo publicado en la revista Auto Hebdo Sport
13 de Octubre de 2008

"A menudo, las personas del entorno del piloto le transmiten la frase "sal y disfruta" antes de comenzar una carrera. El piloto, ante la que se le viene encima, piensa para sus adentros: "Sí hombre, gracias, y eso ¿cómo se hace? Esto es lo que le dijo, con la mejor de las intenciones, Antonio Lobato a Fernando Alonso antes de afrontar el pasado GP de Singapur, una carrera en la que salía en la 15ª posición. Alonso tenía coche para estar más adelante, como había demostrado en los entrenamientos, y eso teniendo en cuenta que se trataba de un circuito donde era difícil adelantar, con el asfalto bacheado y de noche.

El error de la frase está en que se plantea como un fin a conseguir, cuando en realidad es una consecuencia después de hacer determinadas cosas. La buena organización externa de las cosas a realizar en la horas previa a la carrera -un tiempo de relajación en soledad para distanciar nuestro interior del exterior, un planteamiento de carrera muy claramente definido en base a la aceptación de la realidad y un proceso de concentración de alto nivel- nos darán como resultado la libertad interior para, aun habiendo tremendas dificultades que superar, afrontarlas con seguridad y determinación, y por lo tanto disfrutar… y si se disfruta, el resultado siempre es satisfactorio.

En nuestro día a día, la capacidad de afrontar las dificultades con la capacidad de disfrutar en el "como" lo hacemos, es un elemento importante a entrenar para mejorar y conseguir lo que nos proponemos.

Desde luego que a partir de ahora, cada vez que te diga… “sal, corre y disfruta”, lo haré sabiendo que hay que hacer otras cosas también, que el disfrutar vendrá por si mismo si el resto es correcto."

Este sábado tuviste una clara muestra de ello. Hobby Kart celebró su habitual fiesta de final de temporada y por la tarde nos dimos todos unas vueltas en los karts de alquiler. Tú no quisiste subirte en ellos, te empeñaste en andar en el tuyo cuando no era momento salir a rodar en tu Maranello, y cuando te preparé el coche, con tus tres elevadores, saliste a rodar, y al ver que podías, a duras penas, con el kart, que derrapabas, que adelantabas y hasta que te dabas golpes, empezaste a disfrutar de verdad.


El día de la comida es un día especial en Santa Comba. Todo es fiesta y buen rollo, como siempre, pero en esta ocasión es elevado a la enésima potencia. Allí se dio cita todo el mundo que nos ha rodeado este año, desde el tío Vicente con una parte de los Kopites que sin su apoyo este año no hubiese sido posible; Manolo y Mari con su apoyo incondicional a pesar de los fríos y catarros; a José Luis y Rosa, que con Borja han sido unos compañeros de andanzas ideales, alegrándonos y disgustándonos por los aciertos y errores de los otros (y riéndonos de las “ordenes de equipo”); de la Familia Camariñas, de José Antonio y de José Manuel; de Lopo con su gran última “lopada”, y los Senlle con su ánimo de siempre a pesar de la gripe. El churrasco preparado de manera increíble, como siempre, por la familia de Camariñas, así como los ricos mejillones, o la impresionante tortilla, o las navajas que D. Ramón Senlle trajo (a pesar de ser congeladas y de origen mediterráneo), o los suculentos postres preparados como siempre por la ausente Rosa. No podía faltar la sensacional queimada realizada magistralmente por Camariñas, como todos los años. El viento, el frío y la lluvia no podían estropearnos el día, si no nos han estropeado otros factores la temporada, no iban a ser estos los que nos estropeasen la jornada.

Como cada año, acabamos dando unas vueltas en los karts nuevos, como cada año, acabamos pasándolo genial. Al final, disfrutamos. Y tú también.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

No todo es kart

No sé cuántas veces habré dicho en las ultimas semanas que cada vez me cuesta más escribir en el Patineteteam. Tenemos poca actividad últimamente y falta la inspiración. Al menos nuestros críticos estarán más tranquilos, pero mi cabeza no ha parado. Y nuestra vida tampoco.


Pablo se ha pasado estas semanas aprovechando para practicar los otros deportes que durante el resto del año los tiene desplazados. Me hace mucha gracia que Pablito es el típico niño habilidoso para todos los deportes y no sólo para uno. Durante estas semanas ha jugado al fútbol 7 (la verdad es que es un media punta bastante decente no exento de técnica que domina las dos piernas y que tiene gol); al fútbol sala (se ha estrenado y la verdad es que parece que ha nacido para jugar a este deporte, marcando 3 goles en su debut y jugando como si llevase toda la vida en ello, aunque no es menos cierto que desde que nació ha visto jugar partidos de fútbol sala a sus primos y siempre esperó jugar a este deporte); y por supuesto, al hockey, donde se ha destapado como un jugador de gran nivel para la edad que tiene y lo poco que entrena. La verdad es que se nota que lleva desde los tres años patinando y entiende el hockey como pocos niños a su edad. Hoy mismo metió un golazo contra el equipo del Liceo, pero los mayores, niños que le sacaban hasta 3 años de diferencia: se fue por la banda izquierda, regateó hacia dentro, como le decía Cancela, enfiló por el medio de la pista y desde unos ocho o nueve metros disparó certeramente. Un golazo que lo celebró como si hubiese ganado la Copa de Europa, no en vano era el 7 – 1… el 1. Ellos eran demasiado grandes…


Esto ha hecho que no se haya subido al kart en todos estos días, y no ha preguntado mucho por él, aunque de vez en cuando se ha interesado por el karting. De hecho ha estado viendo páginas en internet, videos, fotos y revistas. De todas formas empezaremos pronto a rodar de nuevo, aunque no tengo bien claro con qué objetivo. Desde luego que parece que al Campeonato Gallego no volveremos este año, no hay noticias de que las cosas para el año 2009 mejoren mínimamente, es más, me da la sensación de que empeorarán bastante. Es asombroso el partidismo y favoritismo que hay en el campeonato, tolerado por los organizadores, desde luego. Además, el nivel de inseguridad es tremendo y se incumple el Reglamento y Anuario en cada artículo. Lo más sorprendente es que a nadie le llama la atención y participan (y ya anuncian que correrán en el del año que viene), a pesar de haber firmado un documento en el cual exigían la modificación de estos aspectos. Pero los organizadores, y por defecto la Comisión Gallega de Karting (la Federación librará por recaer en la CGK la responsabilidad) serán los máximos responsables en caso de que haya un accidente y no hagan las cosas como deben de hacerlas. No lo están haciendo y no lo harán por cuatro duros que se ahorran.

Como padre me muero de gusto cada vez que veo como Nicolás, el pequeño, imita a Pablo en todos sus actos: como se va al garaje y coge su “casco de lluvia”, el collarín, los guantes y se viste para andar por casa. O como cada vez que vamos a un partido de hockey, él tiene que llevar sus bártulos para emular a su hermano. Me hace mucha gracia verlo con su stick, con su casco o con sus guantes. Pero lo que más gracia me hace es lo puñetero que es y como cuando Pablo va a darle un cariño, él lo rechaza, sólo por llevar la contraria.


Este próximo sábado iremos a Hobby Kart, en Santa Comba, a casa. Iremos a la churrascada del equipo, con la que nos deleitan cada año cuando se acercan las navidades. Seguro que disfrutaremos porque estaremos rodeados de amigos, de familia. Allí disfrutaremos del churrasco y la queimada de Camariñas, del vino de José Antonio y de la conversación de José Manuel. Cada año, desde que me invitaron la primera vez, espero que llegue este día para disfrutar y recordar lo que hemos hecho durante el año. Este año no ha sido poco, la verdad. El próximo año… ya veremos.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Fin de Campeonato

Hace muchos días que tengo ganas sentarme delante del Patinete, pero no sé por dónde empezar. Lo malo de decir esto es que terminaré soltando un rollo de muy señor mío… pero bueno… la verdad es que no sé muy bien qué decir.


Se acabó la temporada y para nosotros ha sido un alivio, pues pasar este año no ha sido nada fácil. Leer cosas que no te explicas, ver cosas que no comprendes y escuchar historias que no sabes a qué vienen es complicado, y más si se mantiene en el tiempo, pero me imagino que será el precio que hay que pagar por estar en este deporte. Todavía hoy no me explico cuál ha sido el motivo de la persecución de este año, aún no entiendo cómo ha habido gente que nos ha criticado a nuestras espaldas cuando en nuestro lugar ellos hubiesen actuado de la misma manera, que es defendiendo sus derechos, y cuando nunca se han atrevido a decir nada a la cara. De todas formas esto lo único que ha hecho es que hayamos sido un poquito menos felices, ya que por el resto ha sido un año estupendo.

Este año hemos disfrutado como nunca. Hemos tenido el mejor material posible, ya que el chasis Maranello ha sido increíble el resultado que nos ha dado y Pablito ha sabido rodar con él a las mil maravillas, disfrutando del chasis desde la primera prueba en Outeiro de Rey. La gente de Hobby Kart es lo mejor que hemos podido encontrar, para el desarrollo de Pablo como piloto y de Pablo como persona, que para Susi y para mi es lo más importante. Han sabido darnos toda la atención y el soporte técnico que necesitábamos, dando el mejor servicio que pudiésemos imaginar. Para nosotros, de todas formas, este año ha sido posible a que hubo una empresa, Cubicaje, que nos ha dado el apoyo económico necesario para poder afrontar esta temporada.


En esto del karting soy un auténtico novato, no sé cómo van las cosas, no sé cómo funcionan. Lo que sí tengo claro es que le estaré muy agradecido a Cubicaje por la ayuda que nos ha prestado. No es una forma de hablar, sino la más clara realidad: sin ellos este año no hubiese sido posible, pues mi economía doméstica no me permite hacer una temporada como esta. Al frente de Cubicaje está mi hermano Vicente, el tío de Pablito. No sé muy bien a qué se debe, Vicente tiene una cierta debilidad hacía Pablo y desde pequeño lo colma de deseos, de caprichos… se dedica a hacerlo feliz. Antes de empezar la temporada tuvo el inmenso detalle de pedirme el presupuesto para hacer el Campeonato Gallego, qué costaba que corriese Pablo y en qué se podía echar una mano a Sergio. Le presenté los números y nos dio el ok en el momento. Gracias a eso, nuestro año 2008 ha sido un año maravilloso.

Deportivamente estoy orgulloso del año que ha hecho Pablo, aunque la verdad es que estaría orgulloso fuese cual fuese. Creo que ha tenido una buena progresión a lo largo de estos dos años, sobre todo trabajando con él como lo hacemos, que básicamente es dejándole a él que descubra el camino. Hoy leía en el panfleto de la Federación Española la entrevista a Pedro de la Rosa y decía que “…aprendan a escoger ellos mismos, no sus padres, ya que al tomar una curva o al hacer un adelantamiento, lo deberán de hacer ellos solos”. Este señor, al cual le profeso una profunda admiración desde hace muchos años, debería de tener la Cátedra del Buen Saber y del Buen Hacer en la Facultad de Padres, especialidad de Karting. Sus frases deberían de estar enmarcadas en los circuitos de todo el país, pues la mejor forma de aprender en este deporte, después de subido a un kart, es leyendo o escuchando a este genio.
Pablito venía desmotivado de Cabañas por no contar con su chasis nuevo, y es que Pablo, como he dicho mil veces, es un niño de motivaciones. La carrera de A Pastoriza, rodando en pelotón, para él fue una novedad que le costó digerir. Llegamos a Outeiro con su Maranello nuevo y con una pista impracticable de agua y con un frío terrible, realizó una carrera preciosa, inteligente y técnica, sin cometer un solo error. Llegó la Magdalena y volvió a hacer una gran carrera, adelantando a pilotos como Javier Suárez. A Pastoriza se le volvió a atragantar, como siempre. En Outeiro volvió a hacer una gran carrera. Al final ha sido una temporada regular, con momentos buenos y regulares. Pero también con momentos excepcionales, como la pole en Ourense, y es que Pablito y ese chasis se desenvuelven bien en ese tipo de circuitos, como el de Serra. A lo mejor alguno pensó (si sólo fuese alguno) que el motor tuvo algo que ver, que es posible, como no. Pues el motor, con el chasis, está a la venta, por aquello de que si el motor es la razón, todo para el… es el momento de comprobarlo.


Pablo es un gran deportista que honra al deporte por su extremo sentido de la deportividad. El otro día se me quejaba amargamente de que un piloto protestaba cuando él no lo tocaba lo más mínimo. Y es que es muy feo protestar e ir a recurrir cosas que no tienen ningún sentido, que nos inventamos. ¡Todo por un puesto en la clasificación general que no da lugar a trofeo ni mención! Además, hay que traerse los deberes de casa hechos y saberse las reglas de la puntuación y no venir reclamando historias fantasmas. Seamos un poco serios, por favor, un poco coherentes. ¿De verdad es lo que les queremos enseñar a nuestros niños? Siempre digo que uno de los momentos más bonitos que he tenido en este deporte es cuando Pablo al acabar la carrera de Mosteiro de septiembre del año pasado y perder el puesto a favor de Brais a dos vueltas del final por un problema con un doblado, en pista se fue a junto de Brais a felicitarlo. Pero por encima de ese momento, fue que José, el papá, vino a felicitarme por Pablo y decir que le había encantado el detalle.


Me parto, cada día más, con Nicolás. No puedo con él. Me sobrepasa. La mala leche que tiene sólo es compensable con sus salidas geniales, que hace que nos partamos de risa. El otro día, cenando, casi nos da un pasmo… dice todo serio, sin venir a cuento… “Me llamo Manuel Pérez…” ¡Hay que tocarse las narices..! “¿Cómo qué te llamas…?” y me contesta por donde sabía que me iba a salir… “Me llamo Nicolás Manuel Torres Pérez”, como se llama… efectivamente. Ahí es nada. Genio y figura.

No sé qué será de nosotros a partir de ahora. Por el momento no iremos a la primera de Cabañas, necesitamos descansar y recuperarnos de este “mes horribilis” de carreras y gastos. Veremos si hacemos algo de Cabañas y ya veremos qué pasará para el próximo año de cara al Campeonato Gallego. Lo que sí tengo claro es que firmé un documento en el que varios padres solicitábamos unas cosas a los responsables del karting en Galicia y en el que en la parte inferior ponía que si no se cumplían esas solicitudes (todas ellas normales, pidiendo que se cumpla el reglamento, ni más ni menos, y que la temporada sea un poco más llevadera en cuanto a pruebas), el próximo año no correríamos este campeonato. Pablito por lo que veo, por el momento, no lo correrá. Soy una persona de palabra, que cuando digo una cosa, la cumplo, pero cuando la firmo, va a misa.




¡Ah!, y felicidades a todos los campeones gallegos, y a los subcampeones, y a los que quedaron de terceros, y a los que quedaron de lo que quedasen, a los que quedaron donde querían y a los que quedaron donde no querían. Enhorabuena a todos por participar, que eso es lo importante.

miércoles, 29 de octubre de 2008

El lugar del crimen

Volvimos al lugar del crimen, allí donde nos han condenado sin juicio previo y sin derecho a una defensa, pero las cosas son así y la vida más. Cuando les toca a los demás hablamos de democracia, de derechos a una defensa, de respeto y de justicia. Pero cuando nos toca en nuestra piel, cuando nuestros resultados no son los previstos, nos transformamos y pasamos a ser lo que criticamos con tanta crudeza y vehemencia. En muchas películas hablan que en muchas ocasiones, los psicópatas asesinos, cuando cometen un asesinato, vuelven al lugar del crimen para ver la expectación que ha levantado su atrocidad. Nosotros decidimos volver a Serra, para repasar nuestro perfecto plan.


Repasamos nuestro plan de diversión, de entretenimiento, de lucha y entrenamiento. Quedamos para comer nuestros chipirones a la plancha, que este año todavía no los habíamos catado. Allí aparecieron los Cobián en pleno, se les ha echado de menos este año, José Manuel y Sergio. Degustamos los chipirones, las milanesas (espectaculares) y el raxo en filete. Nos reímos de lo lindo contando anécdotas, sufrimos recordando momentos duros y nos fuimos para el circuito sin más, a currar. ¡Como no!, no podían faltar D. Ramón Senlle y esos niños que si no existiesen tendríamos que inventarlos: Ramón y Rafa. A D. Ramón la Xunta, la del Sr. Feijoo cuando gobierne (evidentemente), le debería de dar el Premio Especial de la Consellería de Familia al ejemplo Familiar y la de Educación, publicar su ejemplo en los libros de Educación para la Ciudadanía.



Estábamos todos y todos contentos. Pero por encima de todos, Pablito estaba eufórico. Pablo es feliz en Serra de Outes. Allí, al igual que en Santa Comba, es libre y hace lo que le gusta. Pero le tocó trabajar un rato largo y eso le inquietó un poco, pero el hecho de haber gripado el motor el sábado de entrenamientos antes de la carrera (gracias Sr. Costas por su inestimable ayuda al habernos dejado su segundo motor para correr el domingo, sí, sí, ese chipeado, trucado, con el encendido atómico y con no sé cuantas trampas más – ahora entiendo por qué Paula vuela por los circuitos) le hizo tener que rodar el motor para la carrera de la próxima semana. Se aburrió un poco de dar vueltas y vueltas sin poder correr de verdad hasta que llegó su momento del día y probablemente del año. Por encima de podiums, poles o adelantamientos imposibles por el exterior, Pablo es un niño que vive para el detalle.


Durante el año pasado su única obsesión era poder arrancar su Comer. Cada día lo intentaba y no podía, su ilusión era tener un motor con arranque por botón como los cadete. Se le cumplió su sueño este año precisamente en Serra. Ese día le vi muy feliz, muy atento a las explicaciones de José Manuel y deseando parar para darle al botón rojo de apagado y poder de nuevo arrancar su motor. El otro día, después de compartir momentos muy buenos con Pancho y Javi, le pidió a éste si le dejaba probar su FA con motor cadete. Javi, buenazo donde los haya, accedió encantado, sólo quería que Pablo lo hiciese bien y estuviese cómodo en el kart. Un kart demasiado grande para él. Rapidamente se puso en marcha el dispositivo “Serra Todos a Una”.


Rafa y Ramón sacaron los pedales de su kart para que Pablo pudiese alcanzar el acelerador y freno (aunque después no le sirvió y no se le pudo poner). Javi se apresuró a ponerle mi polar doblado en el respaldo del asiento. Todo era como una gamberrada, deprisa como para que nadie se enterase y así meterlo en la pista antes de que hubiese arrepentimiento o llegase algún grupo con la intención de subirse a los de alquiler. Cuando me di cuenta, ¡oh milagro!, Pablo tenía puesto el costillar, el collarín y el casco abrochado (hasta apretado fuerte) y se estaba sentando en el kart Campeón Gallego Cadete 2007. Pablo salió a la pista y fue la primera vez en sus miles de vueltas a un circuito que no paró a la 2ª o 3ª vuelta para comentar algo y enseguida empezó a rodar más y más rápido. Veíamos que no llegaba a los pedales, que no era capaz de ver por encima de la careta delantera, pero a él le daba igual. Se comportó como un pilotazo rodando al máximo ritmo posible en un circuito como Serra, entrando a tope en la entrada de meta y en el final de recta. Se divirtió como nunca, derrapó como siempre pero más aún, y para colmo marcó un tiempazo es sus escasas docena y media de vueltas. Se quedó a menos de medio segundo del tiempo marcado por Javi ese mismo día, que por cierto había sido muy bueno. Fue un placer ver el gesto de complicidad del Sr. Diputado, o como José Manuel y Susi salieron de la cafetería y disfrutaron un rato, en definitiva como nos quedamos encantados de ver a Pablo rodar tan rápido y tan bien. Y yo, como padre, encantado de ver que él se lo pasó en grande. Eso sí, en el lugar del crimen.



Un poco más tarde llegó el bueno de Josito y su padre, para completar el día perfecto, el crimen perfecto. Pablito y Josito pudieron rodar juntos un rato y pasárselo bien entre los dos, compitiendo. A última hora se cambiaron los karts y fue de risa: Pablito se tuvo que bajar ya que iba muy incómodo y no le llegaba a los pedales y Josito, que no entraba en el kart de Pablo, disfrutó con el Maranello de éste: "esto es otra cosa", comentó al bajar. A lo mejor parte de la culpa es del chasis... o no.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Patineteteam


José Antonio es de esas personas, parece que pasa con todos los de Santa Comba, que te apetece estar con él. Sensato en sus apreciaciones, amigo de los que aprecia y con un sentido del humor que ya lo quisiera yo para mi. Siempre está de buen humor, dándole la vuelta al comentario para reírnos un rato y aliviar las posibles tensiones. Sin embargo hay algo por lo que sobresale por encima de todo: por su responsabilidad. Sergio encontró en él su “partner” ideal, su compañero, su confidente. Sergio sabe que teniendo a José Antonio a su lado, trabaja muy a gusto. Eso sí, todavía va por el capítulo 1 del Manual del Buen Mecánico. Yo ni tan siquiera he encontrado el manual, todo sea dicho de paso. Ahora sí, pesando el kart no le gana nadie. Es un fenómeno, con el kart y con su forma de ser. Otro más que da gusto.


El domingo se le entregó a la familia Filgueira un ramo de flores por parte de la FGA y la CGK. La verdad es que yo no era demasiado partidario de entregárselo, pero también es cierto que el momento fue muy emotivo y esos 3 jabatos de la vida los aceptaron de buen grado, demostrándonos a todos que también son humanos. Además, los recibieron donde tocaba, en el podium de Serra, del Ayrton Senna de Outes.

Nosotros pasamos un fin de semana divertido de verdad, de los que hacen que sigas yendo a estas aventuras del karting. Después de un sábado nefasto, nos fuimos a Casa do Zuleiro a descansar. La casa rural te quita el hipo, preciosa y confortable, con un alojamiento excepcional y un desayuno impresionante. El apartamento en el que descansamos es lo más bonito que hemos visto. Además, José Manuel y Lucinda nos acogieron con todo el cariño, el mismo cariño que nos brinda la gente de Serra cada vez que estamos por allí. La cena en Casa Amanda fue otra cosa. Me dicen que la carne a la piedra estaba buena, no tanto como la de Areal, pero rica. Ahora, la atención… ¡para llevarlos al juzgado! La próxima vez cenaremos en la Casa, que en el desayuno he visto que tiene un premio de restauración de la despensa tradicional gallega…. y eso hay que probarlo.


El domingo fue otra cosa. Además de disfrutar de unas carreras muy interesantes en todas las categorías, nosotros en particular nos lo pasamos estupendamente. Preparamos una intendencia extraordinaria: 3 paellas, grifo de cerveza, postres variados, unos mejillones en escabeche caseros que hizo mi suegra sensacionales (no sólo lo digo yo…), etc. Hasta nos trajimos un paellador valenciano para la ocasión (gracias Monchiño) que casi acaba en urgencias por la quemadura de la mano, y es que está acostumbrado a cocinar en recintos más profesionales. Allí nos dimos cita con nuestros amigos, que parece que son bastantes. Se acercaron, como no, los Kopites rescatando a algún viejo conocido como Fredy y su primo (al cual he de reconocer que no le oí hablar en todo el rato, pues se puso morado de paella). Los Senlle y Rosa nos deleitaron con unos postres exquisitos, sobre todo esa tarta de galleta de chocolate y el bizcocho… ¡¡¡ummmmm!!! Pero si alguien tiene mérito es Susi: no sólo es madre sufridora, pues fue capaz de ver todas las carreras en las que participábamos, sino que atendió a las paellas como gran cocinera que es. Y por encima de eso, estuvo siempre pendiente de (ú)Nico, el crack.


Cuando ya habíamos recogido todo, después de unos cafés y de horas de charla con todo el mundo que se acercó a la carpa e interminables anécdotas, tocó recoger para terminar el fin de semana. Pero como Serra es mágico, aún nos deparó un momento estelar: se gestó una carrera de karts de alquiler en el que los pilotos fueron Aarón, Alejo, Miniche, Seijo y Pacheco. La carrera no tuvo desperdicio, se picaron hasta en la salida, con golpes sin compasión, Alejo empujando al padre durante toda la recta, Miniche haciéndole un interior a Seijo sin compasión, Pacheco atajando para no quedar descolgado y todos los que allí estábamos, divirtiéndonos como nunca.

Hay veces que tienes desengaños casi amorosos. Conoces gente que te parece buena gente, que los valoras por sus actos, por sus formas y por sus comentarios. Consideras que es buena gente, que sí, que por más que te digan tus amigos que no, tú sigues pensando que sí, que merecen la pena. Después llega un día que las cosas no les salen como ellos piensan y encuentran una disculpa perfecta para mostrar toda su frustración, culpando a inocentes, a gente, a personas que todo el mundo se permite juzgar sin valorar más allá de lo que su vista de ciego le permite. Se escudan en valoraciones de ajenos y se dejan engañar escuchando lo que quieren oir con tal de apaciguar su frustración. Lo peor es que de repente, invadidos no sé porqué demonio, pierden toda la educación de la que habían hecho gala, y esa franqueza tan fácil de sacar a relucir cuando se trata de alabar al prójimo la pierden cuando se trata de acusar injustificadamente. En ese momento pierden todos los valores y franqueza. Después, te llega tú amigo, ese que siempre está cuando lo necesitas, que te critica en la cara cuando ve que no tienes razón y que te reconoce la verdad cuando la ve, y te dice esa expresión que se te clava en el corazón a fuego: “¿Ves cómo tenía razón?” Y tú pones cara de resignación, le das la razón a tú amigo pero piensas… “no, no puede ser así, me niego, yo creo a la persona que conocí”. Espero que todo sea un malentendido y se recapacite. Me niego a pensar lo contrario.


Disputamos la carrera de Serra, esa por la que llevábamos tanto tiempo suspirando. Correr en Serra para el equipo es algo especial, tanto que hasta a Pablo le ha terminado por gustar. Serra es muy complicado y hay que conocer cada bache, cada milímetro de la pista, cada alternativa. No basta con llegar, entrenar un día y que te digan aquello de por aquí, por allá y listo. En Serra los límites los tienes que encontrar tú, no alguien que te diga por donde están. En Serra, me dijeron hace tiempo, “quien no bate es que no va rápido”. Tienes que dar mil vueltas para encontrar esa décima que te diferencia, esa décima que está en no hacer derrapar el coche en la izquierda del fondo y acelerar hasta el final, sin levantar, sin miedo. El miedo se tiene cuando no te atreves a hacer algo, no cuando algo o alguien premeditadamente te quiere hacer daño. Esto es respeto y prudencia. Serra es diferente y no te permite ni un error, ni una equivocación, ni una mala elección, ni una mala decisión.

lunes, 13 de octubre de 2008

A divertirse toca

La dinámica en la que ya estamos metidos nos hace no tener tiempo para actualizar el patineteteam. A mi me da pena no tener más comunicación con este blog, pero también es algo que tenía asimilado. También es cierto que no siempre es fácil encontrar el momento para sentarse a escribir, o la motivación a cerca de qué contar, pero es cierto que los momentos que he pasado, y que paso, con este blog, son únicos.

Pablo se está haciendo mayor a pasos agigantados. Muchas veces su madre y yo comentamos que ya se nos ha escapado, que ha dejado de ser ese niño pequeño que nos encantaba que fuese. Ha madurado corporalmente, desarrollándose poco a poco, hasta tener en estos momentos un cuerpo fuerte y ya casi pre-adolescente. Come como nunca y hace tanto deporte como siempre. Pablito hace, además de karting, fútbol, hockey sobre patines y natación. Y lo mejor es que quiere hacerlo todo… y más que pudiese.

Lo curioso es que también ha madurado mucho como niño, como persona, en sus pensamientos y en sus comportamientos. Y aunque nos gustaría que siguiese siendo niño toda la vida, nos alegra ver como progresa, como se hace mayor.


Cada vez cuesta más sentarse aquí delante y transmitir nuestros sentimientos. Prácticamente sólo la insistencia de algunos patineteteros me hace ya renovar, o al menos renovar de vez en cuando. También es cierto que a menudo me llegan ánimos por medio del correo – e de gente completamente desconocida para mi que me dice lo que le gusta el blog, me dan ánimos para “el chavalín”, incondicionales que me “exigen” la renovación ya que se conectan diariamente y no ven nada nuevo. Gente que tiene ganas de leer nuestras aventuras, que quieren compartir nuestros viajes, nuestras carreras, nuestras bromas y nuestras penurias. Gente que nos conoce personalmente o que nos conoce a través del blog, que les gusta conocer nuestras historias, que les gusta ver como nos lo montamos en este mundillo. Por este motivo es difícil que el Patineteteam muera, es complicado. Al menos el espíritu quedará ahí y habrá impregnado algo a algún lector. Al menos espero que se den cuenta de qué es Patineteteam, que nuestro único pecado es intentar (al final siempre lo conseguimos por más que nos quieran amargar la existencia) divertirnos sanamente, y si de paso arañamos algún resultado decente… ¡perfecto! Me quedo con todos esos desconocidos (y algunos conocidos, por supuesto) que comparten 5 minutos de vez en cuando con nosotros y nuestras ilusiones.

Sobre todo las ilusiones de Pablito. Él, quiera o no, es el culpable de todo esto, aunque no será una factura que le pase, evidentemente. Por disfrutar cada momento: como cuando vio su mono nuevo y los ojos se le saltaron de la alegría, o como cuando se ve en una foto con el FA del año pasado, o como cuando ve la DTM y dice… “ahí es donde me gustaría correr a mi”, o como cuando vio que había hecho la pole en Ourense: Pablito no va rápido en estos momentos por chasis, ni por motores con encendidos estratosféricos como anda diciendo la gente por ahí. Pablito en estos momentos está encima de la ola, con su moral a tope porqué empieza a creer en él mismo y se da cuenta que puede ir tan rápido como los demás. Se ha dado cuenta que en estos momentos es él el que lleva al kart, no el kart a él, que puede hacer con él lo que se le antoje, ponerlo del derecho o del revés, buscar esa décima más o seguir derrapando para pasárselo bien. Hay que ser un poco honesto y respetuoso con los rivales, e igual que se gana, hay que saber perder. Pablito en Ourense hizo la pole porque salió a la pista sin ningún tipo de presión, había trabajado mucho durante todo el año y se sacó el miedo que le tenía a esa pista de encima. Además, fue tan listo que rodó todo el rato pegado al pontón trasero de Brais, por lo que la pole sería para uno o para otro. En las carreras, se durmió en la salida de la primera, pero el resto fue perfecto, sin un solo fallo y tirando a tope desde el principio. Además, si a esto le añadimos el perfecto trabajo en la puesta a punto del equipo Hobby Kart, pues ahí queda todo dicho. Cuando hemos visto que alguien ha hecho una gran carrera, siempre lo hemos felicitado: Brais en Outeiro, Javier en Outeiro 2, Manuel Pérez en A Magdalena, Josito en A Magdalena, etc. Nunca hemos dicho que si esto o lo otro. Pero no ya nosotros, yo me quedo con Pablito y su actitud: el otro día le recordaba al papá de Brais la actitud que tuvieron los dos en Mosteiro el año pasado peleando por el 4º puesto y cómo se felicitaron y se dieron la mano en la pista por ello.


De mi, digan lo que quieran (al menos díganmelo a mi, eso sí), pero a mi Pablito, por favor déjenlo en paz, que es un niño de 8 años que sólo quiere pasarlo bien. Lo que más me jode es que ya lo llevo pidiendo muchas veces y ya cansa. Sólo un detalle, nunca creo que mi hijo gane una carrera y mucho menos un campeonato, pero no por eso estaré frustrado. Nuestro objetivo es divertirnos y aprender, nada más. El cariño que nos tenemos y que nos demostramos día a día, no tiene nada que ver con las carreras. Ese lo traemos de casa puesto, que viene con nosotros.
(Menos mal que no me apetecía escribir...)

miércoles, 1 de octubre de 2008

Imprescindible


Hay varios fines de semana al año que se han vuelto imprescindibles, y uno de ellos es el del Autocross de Santa Comba.

Quedamos con los Kopites (por fin se dejaron ver de nuevo) y se vinieron hasta el Autocross. Venían, como no, Pablo y Jacobo, además de Dani Solá (sí, sí, el mismísimo Dani Solá) y el gran Eloy, el mejor pivot de fútbol sala que ha dado Galicia en los últimos años (aunque ni él se lo llegó a creer nunca ni supieron verlo los que lo siguieron). Allá nos fuimos a pasar un estupendo y soleado sábado ya otoñal. Evidentemente venía Susi, Pablito y Nico. Nico nos dio el día pues se ponía enfermo con el ruido de los coches y por más que lo convencíamos y sabiendo que este era su enésimo Autocross, él seguía erre que erre con que no le gustaba. Ahora, cuando veía pasar a Lanchiñas (¡papá, ahí va Lanllinas!), o los Kart – Cross (sobre todo el de Burt Simpson), pues se emocionaba por completo.


Ir a Santa Comba, como he dicho mil veces, es algo irrepetible, siempre te suceden cosas interesantes. Será porque llevábamos tiempo sin ir o por el motivo que fuese, pero la verdad es que el día dio de sí. A Pablito le deparaba la sorpresa de ir montado en el todoterreno que iba de escoba por el circuito, desde luego que una experiencia apasionante para un niño de 8 años. Nos encantaba verlo por el circuito toda la tarde a su aire, con Sergio y su chaleco de seguridad, encantado de la vida. ¡Era el mejor reflejo de la felicidad! Independiente, alegre, disfrutando y sintiéndose el centro del universo, de su particular universo, evidentemente. Pablo es feliz en Santa Comba pues tiene el cariño y respeto de todo el mundo de Hobby Kart, pero él se encuentra muy a gusto con Sergio, lo tiene un poco de hermano mayor, igual que Sergio lo tiene de hermano pequeño. Se complementan perfectamente por este motivo, se respetan, se conocen y Pablo, al igual que Nicolás con él, imita a Sergio en todo, hasta en la forma de coger el volante.


Sergio es uno de esos niños que se merecen el infinito, todo lo que tenga o consiga será poco, pues es bueno de verdad, de corazón. Este año tiene alguna posibilidad de luchar por el Campeonato Gallego y lo va a intentar hasta el final. Es una pena que se lo tenga que disputar a su buen amigo Hugo Caride, pero también es una pena que Sergio pase por esta categoría y no lo consiga, después de quedar subcampeón hace dos años y tercero el año pasado. Hugo es un gran piloto y se merece este título como el que más, sin duda alguna, siendo un piloto de comportamiento excepcional en pista, agresivo, decidido, mordaz, de esos con los que no te puedes relajar ni un instante porque te alcanzará, y en ese centímetro que has dejado, se te colará. Seguro. Este fin de semana se volverán a ver las caras con el rival local, y es una pena que gran parte del Campeonato se decida en este circuito. Sergio tiene todo lo que hay que tener para ser un gran piloto, que ya lo es, de esos que no te defraudan en el trabajo, no te engaña porque da siempre el máximo, técnico como pocos, fino y espectacular a la vez, sabe perfectamente que material tiene, como sacarle el máximo partido y qué tiene que hacer con sus rivales. Desde luego que nos espera una carrera preciosa, aunque sufriremos por el peligro. Para su pena, no podrán ir sus padres, Rosa y el ya mítico Camariñas, pues Diego tiene la confirmación. Suerte para ellos en este día tan bonito.

Santa Comba es como Sevilla, tiene un color especial. En la entrada del pueblo tendría que haber una pancarta en la que pusiese… “sólo se admite gente que venga de buen rollo”. Desde luego parece que es así y así se vive en el ambiente, de hecho hace tiempo que ya no veo a impresentables desagradecidos y mentirosos por allí, y mejor que no vayan… Los que sí que van son los Senlle. Esta familia se merece un capítulo especial, un blog para ellos solos. Son increíbles, con un sentido estricto de la educación, del saber estar, de disfrutar y del servicio a los demás. El sábado estuvieron de banderas en la curva de final de recta del circuito y parecían profesionales, un 10 se merecieron. Después se fueron al indoor y allí organizaron todas las tandas, campeonatos, entrenamientos, etc., que hubo que organizar, mientras el padre estaba disfrutando de la compañía de la buena gente de la Escudería Amigos do Motor.


Cuando nos íbamos se acercó a por nosotros, nos estaba buscando, Lanchiñas. Ángel Pérez es un tipo encantador, educado, cortés y valiente, en la vida y en las carreras. Lucha con todas las armas por su objetivo y eso, en el deporte, le honra y hará que el que consiga ganarle tenga más mérito. Nos explicó todo lo que le pasó en la carrera y conversar con él fue muy agradable. Se comprometió con nosotros, con Pablito sobre todo, y seguro que el día que se cumpla lo pasaremos de miedo. Pablito estaba todavía fascinado con el día que pasó y no fue muy consciente de lo que Lanchiñas le dijo, pero ya estoy yo aquí para recordárselo. Cosas nuestras, como este patinetete.

Iremos recuperando la informalidad, y al que no le guste, que no lo lea. A mi me encanta y a mis patinetetes también.

No time, no space.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Ya lo decía yo…



Estuvimos todo el sábado por la tarde en Serra, junto con el resto del equipo (Sergio, José Manuel, Nico y, como no, Susi). Nuestro objetivo era preparar un poco la carrera de Serra de mediados de octubre ya que no tendremos otro fin de semana de aquí a la carrera para prepararlo. Allí aparecieron los Senlle, que tanto nos ayudan con Nico y la familia Figueiredo al completo (por aquello de ir conociéndonos por si en el futuro esto progresa…). Cómo no también estaban los "locales", con Alejo y Aaron a la cabeza mientras no llegaba el bueno de Miniche. Mientras esperábamos para empezar a entrenar nos pusimos a hablar, manteniendo una de esas tertulias tan agradables en las tardes de verano de Serra. Allí dimos un buen repaso a la actualidad más reciente, pulimos detalles y analizamos nuestros errores, para intentar no volver a cometerlos, pero también vimos de qué tipo de pasta están hechas algunas personas, un poco "choromicas".


Fue un día bastante enriquecedor, ameno e instructivo. Charlar y aprender de la vida y de las carreras de este trio es una asignatura que nos deberían de poner obligatoria en el colegio. No dicen una palabra de más, las justas, con la humildad necesaria pero con la firmeza y la confianza que sólo otorga la razón y el buen hacer.

Más tarde vinieron María y Eva, las nuevas "amigas" de Nico y de Pablo. Aunque me parece que Pablo ya está en ese momento que estas tonterías de las niñas le sobrepasa un poco y se centró más en Sergio, Ramón y Rafa, además de su kart. Nico sí que hizo buenas migas con estas niñas tan monas y pasaron una tarde en Serra de lo más divertido. Fue muy divertido cuando la pequeña, al ver como Nico se subía conmigo al kart, exclamaba preguntando a donde iba. Creo que el padre no las puede acercar mucho por los karts, sino enseguida les picará el veneno… aunque para eso ya está la madre, más cerebral y racional que todos los que estábamos allí juntos. Nico sólo piensa en subirse en un kart, así que cuando se sube, es el personaje más feliz del mundo. No sé como llevará esta larga espera de 3 ó 4 años que le queda. Si es que no sucumbimos antes víctimas del agotamiento mental al que nos somete… ¡el domingo se despertó diciendo que cuando íbamos al Autocross de Santa Comba!



Pablo se dedico a dar 100 vueltas yendo de lado, divirtiéndose, derrapando lo que sólo en Serra se puede derrapar. Eso sí, ¡a saco! Los tiempos creíamos que eran decentes hasta que llegó Josito y le metió una encendida de 4 décimas que nos dejó temblando a todos. Bronca de José Manuel por no tener el trabajo hecho, cambio de humor del padre y Pablito sale a la pista y en la primera tanda… se pone en tiempos, yendo por donde tiene que ir y dándolo todo una vez más. Lo que sí da gusto es que ahora cuesta bajarlo del coche, que entrena mucho más a gusto que antes y que ya no hay que andar encima de él como era antes del verano. Ahora tenemos que ponernos las pilas nosotros con él y enseñarle, hacerle más caso y enseñarle un poco más. De hecho, y menos mal que quedó en nada, el sábado tuvimos un susto de esos que te puedes estar arrepintiendo toda la vida. Después de la tanda en que igualó el tiempo de Josito, paró a comentar que en la izquierda del fondo oía un ruido raro en el kart, el cual describió perfectamente. Le comenté que podían ser los neumáticos que llegan al límite de su adherencia retorciéndose, junto con el chasis… mientras pensaba…"Pablito y sus cosas". Salió a la pista y en la primera vuelta, al pasar por la izquierda que da la entrada en meta, se le salió la rueda trasera derecha adelantándolo en plena recta mientras él controlaba el kart sin dudar un solo instante de su capacidad, mientras el ruido de la cadena contra el suelo ponía un punto de tensión aún mayor a la escena. Sólo se le ocurre bajarse del kart tan tranquilo, mientras todos corríamos hacía él, para decir que "ya lo decía yo…"



La pena, que no nos quedaban bujes. Estoy seguro que hubiese intentado batir el tiempo… estaba "on fire".

lunes, 15 de septiembre de 2008

En el ojo del huracán

Llevamos un tiempo sin actualizar y con motivo. Por un lado la actividad del final de vacaciones ha sido frenética y por otro lado Patineteteam necesita su propio "tempo". Además, hemos empezado a trabajar después de las vacaciones, la actividad colegial se ha reanudado y el Campeonato Gallego ha vuelto por sus fueros.

Hace unos días estuvimos corriendo la 3ª prueba del Open de Verano en Porriño, en el circuito Go - Kart. La pena de este circuito, para nosotros, es que nos queda muy lejos y con muchos peajes por el camino, sino estoy seguro que iríamos más a menudo. Allí nos fuimos con la intención de hacer algo interesante aunque la participación fuese escasa, pero lo que en un principio para Pablo fue un paso atrás, se terminó volviendo un acierto el ir a correr este campeonato. Nos ha permitido trabajar aspectos con Pablo que teníamos descuidados, fijarnos un poco más en él, que se lo merece, en qué necesita, qué hace y cómo lo hace. Yo estoy tremendamente limitado en este aspecto pues yo veo lo que veo, pero no sé si es lo correcto. Además, como estoy tan liado con otras cosas, a veces no le prestó la atención que debiera. Pero Pablito, con sus luces y sus sombras, siempre termina consiguiendo tú atención, y al final te das cuenta que si trabajas con él, sacas un rendimiento notable.
La carrera de Porriño no tuvo más historia que el hecho de practicar cosas que habíamos aprendido y foguearnos con los pilotos locales, hartos de dar vueltas al circuito porriñés. Allí nos batimos con nuestro compañero Borja y con Paulinha Costas. Con Borja hubo poca historia pues le falló el motor en las dos salidas y ya no hubo tema. Fue una pena porque Borja, Jita, ha mejorado a pasos agigantados. Ahora sus padres tienen que trabajar con él aspectos no tan técnicos, no tan resultadistas a corto plazo pero que les darán sus frutos a medio. Y Borja se lo merece. Las carreras contra Paula fueron bastante bonitas por el duelo que mantuvieron a la décima y Pablo se lo pasó bien, que al fin y al cabo es lo que cuenta. La final la ganó Paula y David, su padre, no entraba en el pantalón de la alegría.

David Costas es de esos tipos que necesitan estar en todos los "fregaos", tiene que estar haciendo cosas, dándole vueltas a la cabeza a historias y aventuras, metido en medio de todos, calmando a los alterados y alterándose cuando está todo tranquilo. David Costas es... Costas, para lo bueno y para lo malo. Los que le tratamos, no digo los que le conocemos, sabemos que es un tipo de carácter complicado por sus altibajos, y lo aceptamos así porque sabemos el motivo. Su gran ilusión, su porqué se llama Paula. El cariño con el que David trata a su niña es infinito, lo que hace David por Paulita ésta nunca podrá agradecérselo lo suficiente, aunque para David es recompensa las miradas de Paula, su sonrisa por estar a gusto con él y cuando con su acento del sur de Galicia le dice: "Papi..." Ahí David se derrite y todos los sufrimientos diarios, semanales, desde hace tiempo, los olvida de golpe. Ya vendrá la dura realidad.

Este fin de semana nos tocaba refrendar en la carrera de A Magdalena lo que habíamos aprendido en las últimas pruebas. Pablito llegó el sábado con unas ganas increíbles, estaba dispuesto a darlo todo. Esfuerzo, garra, espíritu, ánimo, intención... esto lo tenía Pablo para este fin de semana. El sábado volaba por el circuito, hacía unos tiempos sensacionales que nos hacía albergar esperanzas de cara a la carrera del domingo. Antes teníamos que pasar por Casa Florinda a descansar, a tomar su sopa y un poco de carne muy rica. Hasta nos atrevimos con un brazo de gitano sensacional, casero que estaba buenísimo... hasta mi régimen me dijo que estaba bueno...

Pablo se levantó cansado el domingo, y es que él necesita descansar un poco más de cara a la carrera, pues 8 horas no le llegan, pero los caprichos de los horarios es lo que tiene. Aún así salió a los libres con muchas ganas de hacerlo bien, pero en los cronometrados se salió. Tan sólo un sensacional crono de Josito le impidió tener su primera pole, una lástima, pero sin duda una gran recompensa para él. Después de lo que ha sufrido este año con las historias "paralelas", necesitaba este resultado, necesitaba saber que está ahí, que puede. Después en carrera fue más complicado e hizo lo que se pudo hacer, tenemos que sacar nuestras conclusiones y trabajar con él también otros aspectos, fijándonos más en qué hace, donde necesita ayuda y cómo podemos resolver los problemas.


Él estaba feliz, pero sobre todo relajado por sacarse una presión de encima que no debe de tener. Lo que hubiese dado por ver su cara durante la vuelta lanzada en la que iba delante con Josito... ¡eres un crack Pabliño!