lunes, 28 de julio de 2008

Merece la pena


Nos dio mucha tristeza dejar a Nico en casa el sábado por la mañana cuando nos fuimos a entrenar a Forcarei. De los cuatro es sin duda el que más lo vive, con diferencia. Está todo el día pensando en los karts, se baña con unos de juguete y se monta su particular “campeonato de España Padis Dakál”, o como cuando se fue al baño, se desvistió por completo y se puso en el wáter leyendo la Crono Motor todo interesante. Es un figura.

En A Magdalena nos encontramos un día muy agradable, con una temperatura envidiable que nos facilitó mucho el día. Allí quedamos con los Senlle, los Aballe y, cómo no, José Manuel con Sergio y su nuevo look. Da gusto pasar el día en tan buen ambiente, siempre con las anécdotas divertidas de Ramón, el cariño de José Luis y el buen hacer y la coherencia de José Manuel.

La verdad es que fue de los días de entrenamientos más agradables que me he hecho, y eso que el día empezó fatal. Viniendo en el coche, Pablito me dijo que al acabar la temporada dejaba el karting, que no le merecía la pena todo el esfuerzo, los madrugones, los viajes paliza, total… Tuve un sentimiento encontrado en el viaje. Me apené por pensar en dejar este mundo, por los buenos momentos que pasamos (como el de este sábado), por la gente que conoces (la buena gente, no por la que dice que no lee este blog…), por las experiencias y por las vivencias. Sin embargo estaba yo contento por la decisión de Pablo, porque creo que él necesita quitarse una presión de encima que no necesita y que factores externos le han metido en su mochila injustamente, porque para nosotros (aunque haya gente que no se lo crea) es un esfuerzo personal, familiar y económico enorme, porque sufrimos, su madre y yo, cada vez que se sube en el kart, por … muchos motivos. Con ese sentimiento aterrizamos en Soutelo de Montes.

Había varios equipos por allí entrenando, el Demo Racing (¡como me gusta el trabajo que hace este equipo con sus pilotos a todos los niveles!) con Giorgio, Adrián y Manuel Pérez. Estaba Pablito López con su papá, ¡como me gusta este niño y la forma de ver la vida y las carreras del padre! Llegó Brais con su padre y el Spirit con el que corren el Campeonato Portugués, había un ICC, un algo que no sé lo que era, Adrián con su papá y por la tarde llegaron Javi y Oliver. Tuve uno de esos momentos que te das cuenta que todavía hay gente en este deporte que merece la pena cuando salí por el circuito a hacer unas fotos y me encontré al papá de Manuel Pérez (¡qué forma de trabajar la de este piloto!), con el que hablamos del karting, de las cosas buenas y malas, del futuro y del esfuerzo. Me gustó, sí señor.

Pablo terminó entrenando a gusto, después de un comienzo un poco dubitativo, llegando a rodar en unos tiempos interesantes por la tarde, después de comer, cuando él se encontró más a gusto. Hubo un momento que no había forma de bajarlo del kart, cuando dijo que era su última tanda y que no quería andar más, dio más de 20 vueltas seguidas al circuito. Al final, como comentábamos merendando, los niños dieron un montón de vueltas y trabajaron mucho y a gusto.

Volviendo para casa, con cierta rapidez pues Nico se había vuelto a hacer una brecha y estaba con Susana en el Materno, después de tomar un café en el pueblo para seguir debatiendo de la vida, de las carreras, de nuestras cosas, Pablito (volvió a salir de él) me dijo que seguramente no lo dejaría, que tomaría él la decisión a final de temporada, pero que se lo había pasado muy bien.


Yo, tan contento, a la ida o a la vuelta.

lunes, 21 de julio de 2008

Verano

El sábado decidimos pasar el día en la playa junto con Belén y Moncho. La verdad es que nos vemos poco con ellos, pero cada momento, cada comentario, cada reflexión, merece la pena. Es de esa gente que te escucha cuando les hablas, te comprenden y siempre construyen con sus comentarios. Por desgracia nos tuvimos que ir pronto a casa ya que se casaban Azucena y Victor (¡¡¡congratulations!!!) y teníamos que prepararnos para la fiesta. El calor era tremendo, pero mereció la pena. Por desgracia, nos tuvimos que ir pronto (¡a las 2 de la mañana!) para casa pues el madrugón era importante, Sanxenxo nos esperaba con una nueva carrera en Paris Dakart con motivo del Open de Verano.


Nos estábamos subiendo al coche a las 7,30 de la mañana, Pablito estaba destrozado, cansadísimo. Últimamente su madre y yo notamos un exceso de ansiedad en él, está saturado, quiere hacer mil cosas y no da abasto. A Nico lo bajé hasta el coche sin despertar, con la intención de que siguiese durmiendo en el coche. En cuanto lo senté en su silla, abrió los ojos, se incorporó y exclamó: “hoy vamos a Padís Daká”. A veces dudo de cómo vive Pablo toda esta aventura, no exterioriza, no se alegra, pero es su pasión y nos lo demuestra cuando le hacemos “preguntas trampa”, pero del que no dudamos que lo vive y disfruta como nadie, ni tan siquiera como nosotros mismos, es Nico.

Es una pena que el circuito de Sanxenxo tenga esas protecciones para las competiciones (para los de alquiler es completamente indispensable), porque por el resto es un circuito muy agradable y cómodo, sobre todo para los que vamos con familia. Allí pueden desayunar, estar a cubierto si llueve, cuartos de baño, etc.

Por lo que respecta a las carreras, Pablito corrió más con la cabeza que de otra forma, siendo una carrera en verano, fuera del Campeonato gallego, fue a intentar pasárselo bien, pero el hecho de correr con los cadetes, no le hizo ninguna ilusión. Al final entrenó, corrió un par de mangas y disfrutó con sus amigos. Hasta los Senlle se acercaron hasta París Dakart a ver las carreras de karting y daba gusto verlos disfrutar con las evoluciones de Sergio, de Pablo y de Borja.



Dentro de nada tendremos la carrera de A Magdalena y después descansaremos unos días, que buena falta nos hace a todos. Iremos a entrenar antes de esta carrera y promete ser un día divertido de los de verdad, ¡seguro!

martes, 15 de julio de 2008

Los Chimos


Según Nicolás, vinieron los “chimos Pabo y Acobo, con los chimos de Osta Ica”. Estos días están de moda ya que hemos estado bastante con ellos, entre que ha llegado el veranito y todos tenemos algo más de tiempo libre y ha Venido Arturo con sus hijos Felipe y Alberto desde Costa Rica, pues han sido días para juntarnos un poco más. Recién aterrizados el sábado, y después de llevar casi 24 horas de vuelos, los llevamos a comer a Betanzos, aprovechando que era la fiesta medieval, y después nos fuimos a estrenar el nuevo trazado del indoor de Santa Comba. ¡Guau!, fuera se va rápido de verdad. Ha quedado muy bonito y según comentan, les da menos preocupaciones en los campeonatos. Es cierto que ahora también es más seguro ya que la salida al exterior no tiene el riesgo de antes.


Llegamos sobre las 6 de la tarde y estaba a tope de gente. Entre toda la gente sobresalía una persona con su casco en la mano, su collarín y sus guantes negros que andaba buscando una décima de segundo (como la canción de Nacha Pop, pero en este caso menos) por el circuito. Da gusto ver a Raquel en Santa Comba, está concentrada desde antes de subirse al coche, se sube de primera y cuando menos te lo esperas, te está pegando una encendida de mil demonios. El sábado dobló a todo el que se puso en su camino, pero no encontró la décima. Entre ella y el galgo de Sergio lo conseguirán, promete ser un duelo bonito en la lucha por el tiempo de ese circuito.



Después le tocó el turno a los “chimitos”, allí se subieron y la verdad, fueron bastante más rápido de lo que me imaginaba. Se dieron sus vueltas al circuito mientras Pablito se preparaba para estrenar Hobby Kart, estaba muerto de ganas de subirse. Eran muchas semanas sin ir, mucho tiempo sin estar por la tarde allí. Ya pasó el tiempo de tardes eternas de sábado dando vueltas y vueltas él sólo al circuito, cuando ni podía con el casco gris. El sábado era día de estreno y de diversión. Se dedicó a correr, a frenar, a derrapar y a cruzar el kart, quería que sus primos y su recién estrenado padrino lo viesen.




Después de un rato, cuando ya casi no quedaba gente, nos subimos todos a los de alquiler. Me di cuenta que mi estado de forma ha empeorado terriblemente en los últimos meses, así mi espalda no me respondía y me caía una chuza como nunca me había caído en Santa Comba. Entendí que había que dejar paso a las nuevas generaciones y entonces me subí al biplaza con Nico mientras Pablo nos adelantaba una y otra vez.



Susi, mientras tanto, de madre y esposa sufridora aguantando y viendo pasar el tiempo lentamente. Lo mejor, que lo pasamos de coña y que las generaciones se vinculan para seguir con el relevo.

domingo, 6 de julio de 2008

Il Padrino



Anormalmente nos fuimos el sábado a Outeiro de Rei a la 5ª prueba del Campeonato Gallego de Karting. Lo raro de la prueba es que era en sábado, entrenamientos y carrera, todo el mismo día y en sábado. Raro, pero no nos quedaba más remedio que aceptarlo. En el fondo no nos venía del todo mal, llegamos un poco tarde a casa el sábado pero a cambio tenemos todo el domingo libre, y eso también está bien.

Llegamos temprano a Outeiro, con no demasiadas ganas de participar en esta carrera, pero no sé como nos las apañamos, como decía José Manuel, que al final siempre lo terminamos pasando bien y riéndonos, siempre al final nos llevamos un buen sabor de boca por lo que nosotros hacemos.


Pablo saltó a pista por la mañana con muchas ganas, y es que Hanna le da mucha energía, rodando rápido, buscando su sitio en la pista e intentando aprender para la carrera por donde debía de buscar los huecos. Pablo es un poco particular, como razona absolutamente todo y no le vale un “porqué sí” o “porqué no” como respuesta, si alguien no le explica las cosas, busca sus soluciones, y muchas veces toma las decisiones al revés, pero es él el que ha llegado a la conclusión. Después, si le explicas como pudo haberlo hecho mejor, lo recapacita y tomará su decisión de hacerlo así o no.


Después de un par de tandas de entrenamientos, tuvimos el típico parón de Outeiro para comer. Es curioso, siempre se hace y a los únicos que les gusta el parón es a los organizadores, a todos los participantes, según por allí comentó la gente, preferían seguir del tirón y acabar un poco antes. Nosotros en un principio éramos también de esa cuerda, hasta que fuimos a nuestra parrillada favorita y encargamos unas raciones de churrasco, con unos chorizos espectaculares con unas patatas fritas que sabían a gloria. La verdad es que lo disfrutamos de miedo, tenemos que mejorar un poco el menaje, pero mejoramos día a día. El momento de la comida lo disfrutamos debajo de nuestra carpa, para, a continuación, alguna parte del equipo retirarse al “motorhome” a pegarse una siesta como mandan los cánones.

Aprovechando el alto del mediodía, se acercaron hasta la carpa Pepe y Montse con su “loco bajito” de poco más de 3 años, al que le están inculcando la afición al karting. Yo es, si no me equivoco, la 3ª vez que les veo este año en una carrera: primera de Pastoriza, A Magdalena y ayer en Outeiro. Da gusto ver que alguien se te acerca y comparte aficiones contigo, que disfruta del karting de una manera “virgen”, sin malos rollos y con el mismo objetivo que tú: disfrutar en familia.

Se reanudó la actividad a las 4 de la tarde con los entrenamientos libres para a continuación empezar con los cronometrados. Pablo se quedó atascado con un grupo que no le permitió rodar con la soltura que lo hizo en los libres, sin embargo consiguió una meritoria 5ª plaza absoluta y 3ª de su categoría. Salió a la primera manga un poco confuso por rollos ajenos a él pero que le afectan, pero se metió perfectamente en su papel, siguió su instinto en la salida y consiguió seguir al grupo distanciándose un pelín del perseguidor. Brais tuvo algún problema con la carburación y Pablo aprovechó la coyuntura para lanzarle varios ataques seguidos, pero Brais se defendió como gato panza arriba, buscando en las llaves del carburador durante toda la carrera hasta que encontró “algo” decente que le permitió mejorar su ritmo sustancialmente. En ese momento se tiró a atacar a Pablo López y Pablito fue detrás de él, acabando como empezó pero con un gran tesón.


En la segunda final, Pablo repetía puesto en la salida. Antes de la primera manga, inconscientemente cantaba la “oda a la selección” del anuncio de Cruzcampo, y cuando se lo oí, le dije que se lo repitiese en voz alta y se aplicase el cuento… “lo importante no es ser primero o segundo, sino dejarse la piel en el camino”. Eso es lo que queremos su madre y yo, por eso al acabar me encanta cuando me dice eso de… “ya no puedo más” con cara de sufrimiento. En esta manga es lo que le tocó, sufrir. En la “curva” del circuito Telefunken sufrió algún toque que le descolocó el coche y perdió varias posiciones. Fue recuperando hasta que se encontró con Josito “Muro” Lamela. Menuda roca inexpugnable era Josito, haciendo un carretón que hacía tiempo se merecía porque su padre y él vienen a pasarlo bien, nada más y en este su primer año Josito lo está haciendo genial. Pablito, después de buscarle por dentro, por fuera y hasta casi por encima, en la parabólica de entrada en meta consiguió adelantarlo por el exterior aguantando del kart como podía. No era el mejor sitio, pero me gustó que lo consiguiese para darme cuenta que los imposibles a veces también se consiguen.


Cuando íbamos a por el churrasco, Pablo y Nicolás quisieron venir con nosotros. Les decíamos que vendrían sus kopites, su primo Jacobo y el padrino de Nico. Pablo se puso melancólico y recordó que no tenía padrino, que no lo conocía y le gustaría que Jaco lo fuese. Cuando llegaron, se retiró a un aparte con él y se lo pidió, se lo propuso. Me imagino que Jaco aceptaría encantado, no lo sé, pero aunque no sé qué valor tendrá, para Pablito tiene mucho. Además, con un par de padrinos así, yo ya estoy tranquilo.