Cuando decidimos embarcarnos en esta aventura, hace justo ahora un año, en las navidades de 2006, el núcleo familiar tuvimos que hablar el tema y ver que estábamos todos de acuerdo en seguir la misma dirección. Ahí Susana, Susi, me dijo que contase con todo su apoyo, que si nos apetecía que tirásemos para delante. Si creíamos que nos iba a gustar, que nos iba a unir, que lo íbamos a pasar bien, que tirásemos para delante, que los problemas ya los sortearíamos juntos.
Acaba el 2007, el año de prueba y empieza el 2008, el de la ilusión. Este año nos lo hemos pasado genial, como hemos relatado una y mil veces en este blog. Las jornadas de entrenamientos han sido geniales, desde la primera en Mosteiro, inolvidable, hasta aquella de Serra en la que descubrimos que quien no prueba la Serra no va rápido, o nuestra primera experiencia internacional bajando con los Cobián hasta Viana. Fue un año de poca lluvia y mucho, mucho calor. Jornadas maratonianas en Mosteiro, rodeados de moteros, con momentos estelares como la salida de pista de aquella R-6 del paquete en la que el piloto acabó de cabeza dentro de los neumáticos (todo quedó en un susto). Días enteros en Serra disfrutando, aprendiendo y Pablito poniéndose “cachas” (ya ha tenido que ir al fisioterapeuta por su desarrollo), viendo máquinas absolutamente increíbles circular por ese trazado, con días de agua en el que los de alquiler eran la atracción.
Nunca puso la más mínima pega a que Pablito practicase karting, sabiendo que probablemente lo que más feliz le haga es que le diga que lo deja (por seguridad, aunque se intente autoconvencer de lo contrario), es más, en vez de ver los toros desde la barrera es una más del equipo (y pieza clave en la psicología de Pablo) y quiere formar parte de las decisiones, respetando a quien sabe de karting. Pero quiere ser parte activa de las decisiones que le lleven a su objetivo de hacer Campeón a su hijo, pero campeón en educación, en formación, en amistades, en la vida. Si algún día llega a ganar una carrera de karting, encantados por el buen trabajo hecho, pero su meta es hacer a Pablito Campeón del Mundo en el cariño, en el respeto y la honestidad.
Empieza el año 2008 como el año de la ilusión, con un proyecto todavía por matizar pequeños detalles, pero que tiene una pinta muy buena. En la churrascada de Hobby Kart antes de navidades, decíamos una frase esclarecedora de la ilusión que hay… “ganar no sé si ganaremos algo este año, pero ¡nos lo vamos a pasar…!”
Gracias a Susi que nos permite y ayuda a que sea así, no me cabe la más mínima duda. ¿Te he dicho alguna vez que te quiero?
Por cierto, Feliz Año 2008.
Acaba el 2007, el año de prueba y empieza el 2008, el de la ilusión. Este año nos lo hemos pasado genial, como hemos relatado una y mil veces en este blog. Las jornadas de entrenamientos han sido geniales, desde la primera en Mosteiro, inolvidable, hasta aquella de Serra en la que descubrimos que quien no prueba la Serra no va rápido, o nuestra primera experiencia internacional bajando con los Cobián hasta Viana. Fue un año de poca lluvia y mucho, mucho calor. Jornadas maratonianas en Mosteiro, rodeados de moteros, con momentos estelares como la salida de pista de aquella R-6 del paquete en la que el piloto acabó de cabeza dentro de los neumáticos (todo quedó en un susto). Días enteros en Serra disfrutando, aprendiendo y Pablito poniéndose “cachas” (ya ha tenido que ir al fisioterapeuta por su desarrollo), viendo máquinas absolutamente increíbles circular por ese trazado, con días de agua en el que los de alquiler eran la atracción.
Empieza el año 2008 como el año de la ilusión, con un proyecto todavía por matizar pequeños detalles, pero que tiene una pinta muy buena. En la churrascada de Hobby Kart antes de navidades, decíamos una frase esclarecedora de la ilusión que hay… “ganar no sé si ganaremos algo este año, pero ¡nos lo vamos a pasar…!”
Gracias a Susi que nos permite y ayuda a que sea así, no me cabe la más mínima duda. ¿Te he dicho alguna vez que te quiero?
Por cierto, Feliz Año 2008.