Hemos conocido y disfrutado del maravilloso Kartodromo Internacional de Braga (www.kib.pt). ¡Alucinante! Menudas instalaciones, ¡menudo circuito!, así da gusto ir a competir y entrenar. El caso es que fuimos porqué el día 22 hay una carrera internacional allí y a lo mejor nos animamos y vamos hasta allí. Desde luego que merece la pena por competir allí ya que el trazado es sensacional.El día se presentó frío pero despejado, sin lluvia, y eso es toda una novedad en estos días de lluvia torrencial. Pablo saltó a la pista para ver qué se encontraba, sin buscar nada más que conocer la pista. Dio su tandita antes de ir a comer y nos marchamos a comer un cordón blue sensacional. En el circuito estaban entrenando Josito Lamela con su padre y su mecánico para este año, Adao. La verdad es que será un año divertido allá donde vayan a correr y uno de los campeonatos que van a seguir será el gallego. Vinieron los Senlle y también vino a comer, y a entrenar por la tarde, Diogo y su madre. Al final nos juntamos un porrón de gente para comer y, como no, empezaron a brotar las anécdotas y las risas. La de las ladillas es genial y el mismísimo Adao reflexionaba que lo mejor de estos años era lo bien que nos lo pasábamos cuando nos reuníamos para comer o cenar. Recordamos la cena en A Pastoriza 2007 con el gran Mota, alcalde de Zaragoza para la ocasión. Fueron momentos geniales, como cada uno de los momentos de estos, ya, dos años.

Los entrenamientos fueron muy bien y es que da gusto ver a Pablo, el acople que tiene con su Maranello es total y cada vez, poco a poco, es capaz de transmitirle a José Manuel lo que le pasa. José Manuel también conoce cada vez más a Pablo y el hecho fue cuando éste le dijo que no tenía su día y José Manuel me comentó que físicamente estaba flojo. Pablo estuvo todo el fin de semana con una gastroenteritis muy fuerte que hizo que incluso el viaje a Braga estuviese en el aire hasta última hora. Lleva el kart por donde le apetece llevarlo, metiéndolo en cada curva como a él le apetece hacerlo.

Estuvo entrenando casi todo el rato con Josito y los dos se lo pasaron muy bien, al menos Pablo seguro. Cuando volvíamos en el coche veníamos hablando de los entrenos. La verdad es que todo el viaje fue muy divertido ya que tanto a la ida como a la vuelta hemos ido él y yo solos y le dejé ir delante, con el elevador, para poder ir hablando. A la ida nos olvidamos la bolsa con el casco, con lo que tuvimos que dar la vuelta a la altura de Ordenes y a la vuelta tuvimos que volver por Salvaterra para dejar a Sergio, por lo cual nos pegamos más de 700 kilómetros de conversación muy entretenida. El viaje fue de los más placenteros que he realizado.

Me venía diciendo que hay con niños con los que se lo pasa muy bien entrenando y compitiendo, que son pilotos limpios que sólo piensan en disfrutar y aprender como medio para ganar. Josito es uno de ellos, un piloto de gran mérito de la escuela de Serra. Me preguntó Pablo si Josito correría esa prueba de Braga y también me preguntó, casi ansioso, si vendría Otto. Me confesó que lo echaba de menos, que nunca ha competido con un piloto tan limpio y del que se pudiese aprender tanto. Le gustaría volver a correr con él, encontrárselo en una pista y aprender de él. Me encanta pensar que le ha dejado tanta huella como a mi.



Yo conozco a Luis desde hace muchos años pues fue compañero de colegio de mis hermanos los mayores. Moya es de esos tipos que merecen la pena, que se han ganado a pulso cada logro de su vida. Además de ser todo un bi-campeón del mundo de Rallyes, creo que es campeón del mundo en los corazones de la gente que lo conoce. Yo cuando tuve más relación con él fue justo los meses previos a empezar a compartir el Ford Sierra Cosworth Gr. A con Carlos Sainz. Se iba con mi hermano Santi a las 7 de la mañana a jugar al squash al Judo Club Coruña, en A Gaiteira y yo les acompañaba. La verdad es que se picaban tanto, aún Luis lo recordaba ayer que no se hablaban hasta salir de la ducha, que nunca me dejaban jugar, pero era muy divertido verlos. Yo iba después a jugar con Vicente, pero nuestros partidos eran otra cosa. Ayer estuvimos charlando bastante rato en varias ocasiones y nos dio buenos y valiosos consejos. Desde su conocimiento y profesionalidad nos reforzaba lo que sabíamos: a los niños hay que dejarlos que aprendan, que ellos mismos se den cuenta de las cosas y sobre todo hay que ver si le gusta este deporte. Le conté la anécdota de los últimos entrenamientos en Serra y el mismo reflexionaba sobre la dureza del karting. Me contaba historias personales con sus hijos en kart y nos dábamos cuenta de que la madera especial que tienen. Luis es una persona terriblemente humana, cercana y ello me lo demostró en el saludo y en la despedida. Cuando me vio y nos saludamos me decía que a veces no sabía como de efusivo tenía que ser con la gente al saludarlos ya que conocía infinidad de personas, y cuando se iba le daba las gracias por las fotografías que les habíamos hecho a los niños con él (después me lamenté no tener yo una con él) y me decía: “Pablo, no me des las gracias, yo os las doy a vosotros, cada foto o cada autógrafo que me han pedido en mi vida ha sido un homenaje que me han hecho”. ¡Sensacional! ¿Hay alguien capaz de criticarle? Seguro que sí, porqué en la vida tiene que haber de todo…
Por la tarde, una vez que recogimos el fantástico montaje que José Manuel, José Antonio y Camariñas habían previsto para poder llevar los 5 karts de alquiler y los dos de competición en el furgón, nos fuimos a tomar un café a la cafetería del recinto ferial. Allí estuvimos casi dos horas charlando todo el grupo. Los niños se quedaron fuera jugando a la pelota y los hermanos Senlle se ocupaban de Nicolás mientras los mayores nos tomábamos un par de cafés y desgranábamos el karting, el automovilismo y la vida en general. La verdad es que la conversación dio gusto, se produjo un derroche constante de sensatez, de anécdotas, de historias, de cábalas y de muchos planes. Allí estuvimos hablando sobre las pretensiones de la gente, de los que llegarán, de los que se lo merecen y no llegan y de lo que hace la gente por ahí para llegar. Es una pena que no surgiese la posibilidad de formar una gran escudería - equipo de karting gallego que fuese a correr fuera de Galicia como experiencia.
Pablito disfrutó del día, de la gente, de la pista, de los coches, de los pilotos… de todo. Me encanta ver como cada vez más gente le aprecia, le saluda, habla con él. Ayer estuvo con amigos suyos, pero también se acercó gente como Alex García (