Entrenar, entrenar y entrenar.

Este viernes iremos hasta Serra a hacer un poco de físico de cara a la carrera de Mosteiro. La verdad es que Pablo se está poniendo bastante fuerte, sobre todo en el cuello, que para lo tirillas que es él, tiene los trapecios cada vez más marcados. Algo se tiene que empezar a notar los días de casi 100 vueltas en Serra, o las jornadas maratonianas en Mosteiro, o incluso las tardes enteras en Hobby – Kart, que un día he de contarle las vueltas, porque seguro que son más de 100 vueltas por sesión.

Estos días Pablo está como loco por ir a andar a Santa Comba (probablemente vayamos mañana jueves por la tarde, por si alguien se apunta a unas carreritas en los de alquiler, queda retado…). Creo que lo echa de menos porque allí ahora se divierte mucho, puede derrapar y se encuentra seguro. Ha sido una gran escuela y todavía tiene que rodar mucho allí, pero lo mejor sería que lo hiciese con gente, pero bueno… ya llegará.

Según llegamos de vacaciones fuimos hasta el indoor a dar unas vueltas y vino mi ahijado Pablo (record para Hobby Kart, 3 Pablo Torres juntos y solos). Nos echamos unas carreritas y disfrutamos de lo lindo. Pero como más disfruté es cuando me hizo los comentarios sobre como veía a Pablito, ya que él no lo veía desde octubre – noviembre del año pasado y la mejoría ha sido notable. La verdad es que “flipó”, como lo hago yo cada vez que me paro a pensar a que dedica su tiempo libre, como diría la canción.